Los episodios hist�ricos en torno a los cambios de paradigma siempre son
interesantes para aquellos que sue�an, esperan pacientes y obran, cada cual en
su tiempo, para que el cambio se produzca y as� nos lo hace ver Daniel Omar De
Luc�a en Del sue�o a la vigilia, ofreci�ndonos un verdadero viaje a las entra�as de
los movimientos estudiantiles de la d�cada del 60 en el que el autor no escatima
en detalles y observaciones te�ricas de gran valor historiogr�fico. As� como
tambi�n una abocada dedicaci�n a la descripci�n del contexto en el cual los
hechos relatados se desarrollan, permiti�ndonos de tal forma ser parte de aquellas
historias tan cargadas de fervor revolucionario. Aun cuando sabemos, y el autor
as� nos lo confirma, que los protagonistas ni fueron felices ni comieron perdices, el
rigor y la seriedad con que el tema es tratado permite cierta satisfacci�n en el
lector, habida cuenta que cincuenta a�os despu�s se contin�an evocando a
aquellos heroicos y l�cidos muchachos que so�aban con el triunfo de aquella
guerra que De Luc�a le declarara al capitalismo al pie del obelisco una noche de
enero.
En Argentina hace casi veinte a�os, las vanguardias estudiantiles reflotaban ideas
y practicaban las mismas consignas: obreros y estudiantes unidos y adelante.
Universidades en estado de asamblea permanente, f�bricas tomadas, la crisis era
total y m�s all� del que se vayan todos y las cacerolas, los sectores en lucha se
solidarizaban mutuamente; las ense�anzas por las que nos permite transitar De
Luc�a estaban m�s vigentes que nunca: �el sue�o! Luego, restauraci�n burguesa,
populismo y descomposici�n social� aun as�, las condiciones volver�n a florecer y
madurar y con seguridad casi matem�tica, se alzaran las voces en pos de
continuar la maravillosa tarea emprendida por los estudiantes franceses
japoneses, yugoslavos� coincidiendo con el autor en que �el balance sobre mayo
no est� saldado�.
De Francia a Jap�n con escala en Yugoslavia, De Luc�a ingeniosamente elige para
este viaje tres destinos muy particulares y poco conocidos con asombrosas
coincidencias, ora por su naturaleza, ora por su contemporaneidad, pero a la vez
marcando las diferencias con una dedicada y necesaria contextualizaci�n,
destacando los puntos de contacto en t�rminos te�ricos y pr�cticos. Se menciona
en el mismo sentido de manera muy laxa las experiencias de los casos mexicanos
e italianos dejando el aroma de lo que podr�a ser una pr�xima entrega.
Sin ser un texto propositivo, el autor ensaya su punto de vista respecto de lo que
podr�amos llamar el vanguardismo intelectual en t�rminos de la importancia de su
herramienta m�s elemental: el lenguaje y la comunicaci�n, que en el idioma que
sea �se trataba de impugnar el sistema en todas partes�. No se presenta dicho
elemento revolucionario como el eje central e indispensable de un movimiento de
cambio paradigm�tico, pero s� nos permite reflexionar sobre su importancia. Pocas
p�ginas le cuesta al autor sentar posici�n con un balance muy fino entre lo objetivo
y subjetivo.
En suma, un t�tulo indispensable, un aporte perfectamente documentado para esta
fabulosa tem�tica que De Luc�a se anima a ofrecernos para comprender o quiz�
repreguntarnos qu� hacer, c�mo continuar cuando llegue el momento en que �las
palabras y las cosas sean casi lo mismo�.(*)
(*) La cursiva es m�a
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