El animal no es un extra�o para nosotros. Hemos nacido animales: es la
�brutalidad� de la que la humanidad no consigue liberarse, a pesar de los deseos
que albergan sus representantes y de las leyes que las ciudades promulgan para
confiscar su violencia.
Roma volvi� a hundir a Grecia en la animalidad de la especie, en eso que Grecia
habr�a denominado el Egipto del g�nero humano, en eso que los modernos llaman
el inconsciente, que no es m�s que una palabra reciente para nombrar la
animalidad que tiene descendencia y la visita repetida de los sue�os en el cuerpo
en los homeotermos.
Los romanos representaron la bestialidad revivificando los mitos, arranc�ndolos de
ese apartamiento de las formas animales que les hab�an impuesto los griegos.
Las Metamorfosis de Ovidio es el libro universal que trata sobre esa
antropomorfosis tan inestable y angustiosa que compone la escasa humanidad de
lo humano. Las grandes novelas romanas de Petronio y de Apuleyo abordan
directamente esta angustia. Es la frase de Dido cuando muere: �Entonces no
habr� podido probar fuera del matrimonio un amor sin delito (sine crimine), como
el que conocen los animales salvajes (more ferae).
�No, yo no habr�a sido capaz de conservar la fe prometida a las cenizas de
Siqueo� (Virgilio, Eneida IV, 550).
Marcial dec�a: Mentiri non didicere ferae (Las fieras no han aprendido a mentir).
Esta es la historia de Pasifae: la esposa de Minos, reina de Creta, (la madre del
minotauro) se enamora del toro divino que Neptuno ha regalado al rey. Pasifae va
en busca de D�dalo, el �t�cnico� (el arquitecto que construy� el laberinto). Le pide
que fabrique una becerra mec�nica en donde ella pueda meterse y con un dise�o
tan ingenioso que logre enga�ar al toro para que este introduzca el fascinus en su
vulva.
Pasifae puede conocer as� la voluptuosidad de los animales (ferinas voluptates),
los deseos no permitidos (lib�dines illicitas).
La becerra de Pasifae es el caballo de Troya del deseo.
Apuleyo escribi� una de las novelas m�s importantes del mundo: los once libros
de Las metamorfosis. M�s tarde, siempre en Cartago, otro africano, San Agust�n,
cit� este libro con el t�tulo de Asinus aureus (El asno de oro), atribuy�ndole para
siempre a su autor fama de diab�lico.
El tema de Las metamorfosis de Apuleyo, tomado de la sorprendente novelita
griega de Lucio, es el siguiente: un hombre, a quien el deseo convierte en animal,
quiere volver a ser humano�Quiere transformarse en p�jaro, pero se convierte en
asno.
En otras palabras, quiere convertirse en Eros y se convierte en Pr�apo.
[*] Fragmento del libro El sexo y el espanto, de Pascal Quignard. Traducci�n Ana
Bacci�. Ed. Min�scula, Barcelona 2005.
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